Debemos tratar de reducir o simplificar el consumo de los productos directos, o sea, todos aquellos que se compran y se consumen, ya que tienen una relación directa con los desperdicios.
Por ejemplo, ahorrar el consumo de agua, o en vez de comprar 6 latas pequeñas de una bebida, compra dos botellas grandes, tendrás el mismo producto, pero habrás generado menos basura.